Viboras que me devoran, enjambre de abejas
y mi prisión cierra la luz, a las cinco de la tarde ,mis ojos aprisionados por cuervos lustrosos,
a las cinco de la tarde...
Picotazos, arañas trazandome, amordazandome la garganta, el lobo aulla en mis entrañas,
la mesa blanca y las patas negras, a las cinco de la tarde...
Cinco rombos negros , a las cinco de la tarde...
Sus puntas, la sangre en la mesa,
salpica un cordero, a las cinco de la tarde...
Mi condena, se rie el destino, el cenit ahoga la danza macabra y diez espadas en mi pecho...
Y todo el negro martilla un pez moribundo,
en su última ceremonia, a las cinco de la tarde...
El crepúsculo cuenta su vacio, mientras la luna se desnuda entristecida,
enterrada , a las cinco de la tarde...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario